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El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que se transmite por alimentos contaminados por una cepa de la bacteria Escherichia Coli, productora de una toxina que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas. Constituye la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica. Según información del Ministerio de Salud de la Nación, esta enfermedad es responsable del 20% de los transplantes de riñón en niños, niñas y adolescentes.
Los síntomas más frecuentes son diarrea con presencia de sangre, dolores abdominales y vómitos. También se puede presentar fiebre, palidez, alteración de la consciencia, falta de producción de orina, hematomas, coloración amarillenta de la piel (ictericia), entre otros. Es sumamente importante que, ante la presencia de alguno de estos síntomas en menores de 5 años, se los lleve inmediatamente a una consulta médica para su evaluación.
El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad de gran alcance en nuestro país. Según datos de la OMS del año 2019, Argentina presenta la mayor tasa de incidencia mundial de SUH en menores de 5 años. Se reportan anualmente alrededor de 250 nuevos casos, principalmente en los meses de verano.
Como no existe un tratamiento específico, sólo se tratan los síntomas que produce, la prevención es muy importante.
El Ministerio de Salud de la Nación recomienda pequeñas acciones de cuidado que generan grandes cambios:
Cocinar completamente las carnes, que el color sea homogéneo y los jugos claros. La bacteria que causa la enfermedad muere por acción del calor –cocción– a más de 72 °C. Se recomienda tener especial cuidado con la carne picada y evitar su consumo en menores de 5 años.
Lavar manos con agua segura y jabón, antes, durante y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda). La principal causa de contaminación cruzada es por la falta de higiene de manos.
Con las infancias también es importante lavarse las manos antes de preparar mamaderas y al alimentar al bebé y después de cambiar pañales o acompañar al baño.
La bacteria no sólo puede estar en la carne, también puede estar en los lácteos no pasteurizados y en frutas y verdura. Por eso es fundamental consumir lácteos pasteurizados y lavar cuidadosamente frutas y verduras. También los utensilios y recipientes utilizados en cada preparación con abundante agua y detergente, principalmente si la receta llevaba carne cruda.
Separar las carnes crudas de los alimentos cocidos y los listos para consumir, así como también del resto de los alimentos, al hacer las compras y al guardar en la heladera. Al preparar los alimentos, utilizar diferentes tablas para cortar carnes crudas, verduras y alimentos listos para consumir.
Por último, es importante mantener la cadena de frío y comprar lo alimentos en comercios que mantengan condiciones de higiene y refrigeración.
Adoptar estos hábitos de higiene y cuidados ayudan a prevenir y no propagar la bacteria que genera SUH.
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