¿Por qué es importante controlar los lunares?
Controlar anualmente con profesionales los lunares y realizarse autoevaluaciones frecuentes resulta fundamental para prevenir el cáncer de piel. Según datos de LALCEC, es el tipo de cáncer más común y, detectado a tiempo, puede curarse en el 90% de los casos.
¿Qué hay que evaluar?
Hay que prestar atención a los cambios que se produzcan en los lunares, pecas, manchas de piel, las uñas o las mucosas. Existe una regla mnemotécnica para saber qué evaluar: la regla ABCDE.
A: Asimetría: si la mitad de un lado tiene una forma muy distinta a la mitad del otro lado. Los lunares benignos típicamente son simétricos por lo que si observan alguna anomalía se debe consultar con un profesional para que lo evalúe.
B: Bordes: controlar si tiene bordes irregulares, dentados o cortantes. Los benignos generalmente tienen bordes redondeados y regulares.
C: Color: si en el lunar hay varios tonos de marrón y negro. Los benignos generalmente tienen una misma tonalidad de marrón.
D: Diámetro: Lo habitual es que los lunares no tengan más de 6 milímetros, cualquier lunar más grande tiene que ser controlado.
E: Evolución: prestar atención a los cambios que se produzcan en los lunares, tanto en tamaño, color, forma o si empieza a generar picazón o sangrado.
La autoevaluación no reemplaza la consulta profesional, siempre es importante controlarlos con un/a dermatóloga.
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Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, LALCEC (Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer).